Entrevista: Robert F. Kennedy Jr.

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Defendiendo a las comunidades y los derechos de agua
 
Por qué debemos proteger los ríos Patagonicos
 
Por Jimmy Langman
 
 
 
 
Su tío, el ex presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, hablaba de temas medioambientales con él en la oficina oval de la Casa Blanca cuando solo tenía 7 años. Cuenta que desde que era un niño se interesó en los animales, creó un zoológico a tamaño pequeña escala en su casa y aprendió cetrería. Hizo kayak y rafting junto a su padre en ríos a través  de los Estados Unidos. Robert F. Kennedy, Jr., el tercer hijo del fallecido líder político del mismo nombre, es un hombre apasionado por el medioambiente, las actividades al aire libre y los ríos desde su juventud.  
 
Como abogado ambientalista, en 1984 dirigió una batalla para restaurar el río Hudson en Nueva York. Su trabajo como abogado principal en la organización ciudadana “Hudson Riverkeeper”, lo  llevó a cofundar la “Waterkeeper Alliance” en  1999, las cual hoy reúne a más de 200 organizaciones de todo el mundo que ayudan a “defender los derechos de aguas limpias y el uso sabio y equitativo de los recursos del agua”. En Chile, la Futaleufú Riverkeeper  fue fundada hace poco para salvaguardar el río Futaleufú y Waterkeeper está interesada en tener más afiliados en el país. Más allá de ser el presidente de Waterkeeper Alliance, Kennedy es un profesor de derecho ambiental en la Universidad de Pace en Nueva York, es abogado en grupo “Natural Resources Defense Council” (NRDC), y es un escritor y orador frecuente en temas relacionados con el medioambiente.
 
La pasión de Kennedy por los ríos los llevó eventualmente a desarrolla un fuerte interés por Chile y la Patagonia. Uno de sus actividades favoritas sigue siendo hacer rafting en los ríos. Alguna vez fue dueño, con dos de sus hermanos, de una empresa de rafting, que por 15 años organizó primeros descensos y viajes regulares a través de Latinoamérica. Pero habla con admiración genuina por el río Futaleufú y lo que Chile alguna vez tuvo en el río Bío Bío. Él era un activista en el esfuerzo fallido por salvar el río Bío Bío y dice que es una de las “pérdidas más trágicas” que ha experimentado. En la última década ha estado colaborando en conseguir ayuda internacional para prevenir que los ríos Baker, Pascua y Futaleufú en la Patagonia, tengan el mismo destino.
 
Jimmy Langman, editor ejecutivo de Patagon Journal, habló recientemente con Kennedy sobre su largas y recurrente conexiones con Chile, y su visión sobre el continuo conflicto energético y ambiental en el país sobre si construir represas a gran escala en los ríos salvajes de la Patagonia. Extractos:
 
Langman: ¿Hace cuanto tiempo que vine a Chile?
Kennedy: Pasé mucho tiempo en Latinoamérica cuando era un niño. Fui a Colombia durante un verano a trabajar en ranchos y viajar a través de Latinoamérica. Viví en Perú durante mi último año de secundaria. Y fui a Chile a entrevistar a Salvador Allende durante el verano del 1973, justo antes del golpe de estado, aproveché también viajar a lo largo del país e hice esquí de travesía. Regresé a Chile tan pronto como regresó la democracia. Durante el gobierno del presidente Aylwin, llevamos la expedición más grande que hubo en el río Bío Bío en un esfuerzo de salvarlo de las represas. Luego, comencé a ir a Futaleufú con Eric Hertz de Earth River Expeditions para ayudarlo a encontrar gente para proteger ese río. Creo que he estado en Futaleufú cinco veces desde entonces y sigo involucrado en los esfuerzos por proteger el rio.  
 
Ha venido con muchas celebridades a Chile en sus diferentes viajes a Futaleufú en los últimos años.
Sí, Dan Ackroyd, Glenn Close, John McEnroe, y mucha otra gente. Hay un dicho en el movimiento medioambiental que dice tienes que verlo si quieres salvarlo. Y porque lo que a la industria le gusta hacer es ir a lugares que son poco conocidos, en los que generalmente hay indígenas, gente sin poder, para luego privatizar recursos públicos. El trabajo de los ambientalistas es el desarrollo de un grupo de personas para los ríos para que cuando una compañía como Endesa trata de construir represas haya mucha gente que lo rechace y tenga interés en que el río siga corriendo naturalmente. Y eso es algo bueno para Futaleufú, que se haya transformado en la meca para entusiastas de los rápidos de todo el mundo. Ahora es el estándar de oro para los amantes de las aguas rápidas en todas partes: remos, kayaks, canoas, rafting. Es el Gran Cañón del sur, y en muchas formas es más bello que el Gran Cañón. Es como el río perfecto. El clima es bueno, no hay bichos, hay una vida silvestre y acuática increíble, hay vistas espectaculares, y el agua es casi surreal, color verde azulado. Es otro mundo. 
 
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