El abundante potencial de energías renovables en Chile

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Por Grant Devine
 
Comúnmente considerado por poseer uno de los recursos naturales más ricos del mundo, Chile es bendecido con abundantes fuentes de energías renovables, como la solar, eólica, marina, geotérmica, biomasa, biogás y minihidroeléctricas. Tal abundancia en su variada geografía ha inspirado confianza en el actual gobierno de Michelle Bachelet, cuyo objetivo es adquirir el 70% de la energía nacional a partir de fuentes renovables en 2050.
 
Sin embargo, la situación energética en el sur de Chile es complicada. Los centros poblados están dispersos entre cuatro sistemas de redes aisladas e independientes, y los subsidios a combustibles fósiles distorsionan el mercado en Magallanes. Aún así, dicha región tiene diversas fuentes de energías renovables que podrían convertirla completamente a base de energía independiente, y 100% carbono neutral. Los siguientes casos de estudios demuestran el potencial de la Patagonia chilena.
 
Viento
La costa chilena desde Puerto Montt al sur, con uno de los más feroces y consistentes vientos del mundo, representa una gran oportunidad. Proyectos de energía eólica en la Patagonia han reportado factores de capacidad cercanos al 60%, mientras que el promedio en el resto del mundo es entre 35 y 40. La región de Aysén alberga el proyecto eólico más antiguo de Chile. Es el Alto Baguales, una instalación de 3,4 MW que provee 55% de la energía de Coyhaique. Más al norte, solicitudes de autorización demuestran que la región de Los Lagos tiene 840 MW de proyectos eólicos en desarrollo.
 
En zonas extremas como Magallanes, no es de extrañar que un estudio de la Universidad de Magallanes concluya que el viento presenta la mayor oportunidad para la diversificación de la matriz energética. En la zona, otrora dependiente en un 100% de combustibles fósiles, un privado proyecto eólico a pequeña escala cuyo propietario anterior era Methanex, se conectó a la red en agosto de 2015.
 
Energía marina
Gracias al aprovechamiento en el poder de las olas y el cambio en las mareas, la energía marina es quizás la fuente más interesante para las opciones no convencionales en la Patagonia. Un reciente estudio afirmó que en los 4 mil kilómetros de costa chilena, las constantes olas podrían proveer más energía que los recursos solares. El estrecho de Magallanes, con su particular geografía marina y extremas diferencias entre mareas, representa una grandiosa oportunidad para la energía de mareas en la región, tras el Canal de Chacao que separa a Chiloé del continente. Recientemente se creó el Centro de Investigación e Innovación en Energía Marina (Meric, por sus siglas en inglés), para identificar los sitios de energía marina con proyección y catalizar la transferencia de tecnología.
 
La energía marina es quizás la fuente más interesante para las opciones no convencionales en la Patagonia. Foto: Atlantis ResourcesLa energía marina es quizás la fuente más interesante para las opciones no convencionales en la Patagonia. Foto: Atlantis Resources
 
Biomasa
La captura de energía almacenada en plantas y materia orgánica, es quizás la tecnología renovable más antigua del mundo. Cuando los recursos forestales son gestionados de acuerdo a planes medioambientales responsables, hay residuos de madera para ser utilizados como combustibles para energía de carbono neutral. Otra gran ventaja: la energía a base de biomasa puede suministrar electricidad durante todo el día. Según estudios gubernamentales, las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes poseen cerca de 4,5 millones de hectáreas de bosques capaces de proveer más de 1.650 MW de electricidad mediante gestión forestal sustentable.
 
Actualmente, no existen proyectos de biomasa en Patagonia. Sin embargo, la compañía forestal Monte Alto Forestal busca desarrollar biomasa de 10 MW cerca de Puerto Natales. Un estudio de factibilidad que la compañía completó en febrero pasado, mostró que tal proyecto reduciría 35 mil toneladas métricas en las emisiones de carbono anuales de Magallanes.
 
Minihidroeléctricas
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las minihidroeléctricas poseen menos de 20 MW en su capacidad. Son consideradas sustentables debido a su limitado impacto en los frágiles ecosistemas fluviales. La región de Aysén derivó 58% de su electricidad de 25 MW de proyectos hidroeléctricos en 2015. El proyecto de 3MW creado por la empresa Monreal, ofrece un ejemplo en cómo las pequeñas represas ayudan a mitigar el impacto del cambio climático. Por el aprovechamiento del río La Paloma, y el suministro al subsistema de Aysén, Monreal ha recibido créditos de carbono mediante el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto. Los estrictos créditos del MDL certifican que Monreal está compensando la emisión de 4 mil 786 toneladas métricas anuales de dióxido de carbono.
 
 
Las minihidroeléctricas son sustentables por su limitado impacto en los frágiles ecosistemas fluviales. Foto: AceraLas minihidroeléctricas son sustentables por su limitado impacto en los frágiles ecosistemas fluviales. Foto: Acera
 
 
Conclusión
Mientras estos casos de estudio presentan una visión optimista del potencial papel de la Patagonia chilena en la lucha contra el calentamiento global, hay mucho por realizar para convertir esta visión en realidad. En Aysén y Magallanes, el 78 por ciento de toda la electricidad generada en 2015, fue a partir del petróleo y gas natural, desarrollando más de 200 mil toneladas de emisiones de carbono.
 
Sólo en Magallanes, casi cada megawatt por hora de electricidad se obtiene por combustibles fósiles, contribuyendo a las vasta mayoría de la huella de carbono en la zona. Para cumplir con los ambiciosos objetivos, la administración se ha propuesto incorporar energías renovables en la matriz energética. Las autoridades deben escrutinar subsidios a los combustibles fósiles que distorsionan la economía de energía eléctrica, y aumentar el respaldo investigaciones que reducirían el costo de nuevas fuentes prometedoras de energía, como la marina. Debido a la gran abundancia de recursos energéticos sostenibles en la región y la dispersidad de centros de demanda de energía, la Patagonia chilena podría convertirse en un campo de pruebas ideal para los sistemas de distribución de energía renovables.
 
El autor, Grant Devine, es cofundador de Monte Alto Renovable, una empresa de energía de biomasa en la Patagonia chilena. Actualmente residiendo en Boston, vivió en Punta Arenas entre 2010 a 2013 desarrollando varios proyectos de energía sustentable para hoteles. Este artículo ha sido apoyado por un fondo especial de periodismo de EcoPatagonia, gracias a una alianza entre Patagon Journal y Earth Journalism Network. Más información: www.ecopatagonia.org