Los ambiciosos senderos para unir Villa O’Higgins con Campos de Hielo Sur

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Foto: Fernando IglesiasFoto: Fernando Iglesias
 
Hace años, Conaf ha planificado el desarrollo de siete rutas en zonas glaciares y periglaciares del sector más austral de Aysén. Con el refugio Eduardo García Soto bajo su administración, el próximo objetivo es fortalecer esta alternativa al ya popular circuito que se realiza desde El Chaltén. Hay potencial para una conexión binacional. 
 
Por Ignacio Palma 
 
Mario Villagrán es nacido y criado en Villa O’Higgins, región de Aysén. Ahí, donde la Carretera Austral finaliza, desde su infancia comenzó a subir los cerros aledaños que ofrecen vistas panorámicas de la zona, destacándose el lago binacional O’Higgins (Chile) / San Martín (Argentina).
 
Ya cuando tenía 15, realizó su primer guiado. Cinco años más tarde lo hizo de manera certificada, gracias a las capacitaciones realizadas por la Corporación Nacional Forestal (Conaf). Trabajó para las escasas compañías que ofrecían expediciones a los Campos de Hielo Sur y sus alrededores, además de mostrar a los turistas los rincones naturales más bellos de esta área de manera independiente.
 
Hoy, a sus 22 años, espera con ansias que se concrete uno de los grandes anhelos de la comunidad: la apertura definitiva de una variedad de senderos que atraviesan zonas glaciares y periglaciares del sector nororiental de los Campos de Hielo Sur, cuya piedra angular será el refugio Eduardo García Soto. Éste se ubica en la masa de hielo, a sólo dos kilómetros del Paso Marconi, en la frontera con Argentina. Es posible contemplar de cerca las poco conocidas caras oeste del monte Fitz Roy y el cerro Torre.
 
“Es un proyecto que acerca un poco más a la gente a conocer nuestros Campos de Hielo Sur de manera asequible. Hace un tiempo atrás era una odisea llegar hasta ahí. Hoy en día se ve que hay riesgos, pero se pueden solventar con un buen servicio de operación”, dice el joven guía. 
 
Glacier trek. Foto: Fernando IglesiasGlacier trek. Foto: Fernando Iglesias
 
 
 Campo de Hielo Sur. Foto: ConafCampo de Hielo Sur. Foto: Conaf
 
 
Refugio bajo administración
El propio Villagrán ha sido capacitado en terreno, siendo parte de este ambicioso plan que Conaf lidera desde 2011. En aquel entonces, la organización estatal comenzó a restaurar el mencionado refugio construido hace 13 años por el Instituto Chileno de Campos de Hielo, y ubicado dentro del Parque Nacional Bernardo O’Higgins. Además, inició acciones para obtener las servidumbres de paso desde los terrenos privados hasta las zonas fiscales.
 
Según fuentes de Conaf, este albergue no solía tener ninguna administración. Así, era aprovechado por operadores turísticos argentinos, que lo ofrecían como parte de un circuito de nueve días por lo que ellos llaman los Hielos Continentales. Estas compañías y sus clientes usualmente transitaban sin control por el Paso Marconi, que se encuentra a sólo una jornada de marcha de El Chaltén, el pueblo argentino más cercano.
 
Refugio Eduardo Garcia Soto. Foto: Fernando IglesiasRefugio Eduardo Garcia Soto. Foto: Fernando Iglesias
 
 
Sin embargo, esta situación se ha revertido. Conaf se adjudicó un Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) de 198 millones de pesos, financiado por el Gobierno Regional (Gore) de Aysén. Así, en octubre pasado inició el programa “Transferencia de capacidades para el desarrollo turístico del Paso Marconi”, con el fin de preparar a 50 operarios, entre guardaparques y guías, y restaurar este refugio de 6 metros de ancho por 12 de largo. De esta manera, durante ocho meses, además de ejercer como punto de soberanía, el albergue se mantuvo bajo constante control, registrándose 350 visitas a través del Paso Marconi. 
 
Pascual Díaz, guía con más de 15 años de experiencia, es el líder de los operadores que están trabajando en el refugio. Dueño de la compañía Kalem Patagonia, desde 2012 que ha desarrollado diversas travesías –autónomas y con grupos de turistas–, en la zona. En retrospectiva, destaca que se han mejorado notoriamente las condiciones de senderos y el refugio, pero también se ha puesto en valor la labor de guías locales. “Hay mucha expectación de lo que se pueda realizar. En la región se está creando una generación joven de guías, quienes están capacitándose. Además, están adquirieron mucho conocimiento en terreno y condiciones para trabajar”, argumenta.
 
Próximo objetivo: desarrollo de siete senderos
Ya concluida esta etapa, Conaf potenciará los siete senderos proyectados en territorio chileno. Todos estos tendrán su punto de partida en Candelario Mansilla, ubicado en la ribera sur del lago O’Higgins, al que se accede vía embarcación desde Villa O’Higgins. 
 
Las rutas varían en su dificultad y duración. Entre los atractivos, cuenta con travesías en el ventisquero Chico y el glaciar Gorra Blanca. Y a unas cuatro jornadas de marcha, está el refugio Eduardo García Soto. En la zona de aproximación a los Campos de Hielo Sur hay disponibles dos refugios del Ejército, que se ubican en los sectores La Pirámide y La Laguna, respectivamente.
 
Según Piero Caviglia, jefe de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf en la provincia de Capitán Prat, el objetivo principal es que en tres años las rutas estén consolidadas tanto técnica como económicamente, con un desarrollo productivo en el territorio para que guías locales tengan una demanda acorde y existan servicios concesionados que sean operados por los mismos lugareños. Para ello, a fines de julio postularán a un nuevo FNDR, con el fin de comenzar a concretarlo en diciembre de este año. “Nuestra idea es proyectar las rutas ahora, implementándolas con campamentos semipermanentes y domos”, explica Caviglia.
 
Asimismo, advierte que se exigirán condiciones mínimas previo registro en oficinas de Conaf: cada visitante deberá acreditar que tiene experiencia suficiente en alta montaña, en protocolos de seguridad y rescate. De lo contrario, obligatoriamente tendrá que contratar un servicio de guía. “Esto será siempre asociado al Reglamento Especial de Zonas Remotas en Áreas Silvestres Protegidas de la región de Aysén. Se debe demostrar que el visitante está en condiciones, además de poseer los conocimientos y equipo necesarios para la expedición”, dice Caviglia.
 
Díaz comparte esta idea. “Esta ruta es muy dinámica. Uno de los riesgos, aparte del impacto que pueda generar una gran cantidad de personas –como la basura y generación de senderos espontáneos-, es el riesgo en que están las personas (…). El visitante debe apoyarse por algún profesional certificado por Conaf”, explica.
 
Ruta binacional
Aunque la duración de la travesía hasta el refugio vía territorio chileno es más extensa que por la zona argentina, Caviglia explica que es menos exigente. “El acceso por Chile, si bien tiene más grietas y es más largo, no tiene complejidades como un paredón ubicado tras el glaciar Marconi, en el sector argentino. No se debe escalar en ningún momento. Se trata de una travesía en glaciar, con cruces de arroyos donde deben haber precauciones, pero todo es manejable”, dice.
 
 
Foto: ConafFoto: Conaf
 
 
Más allá de las comparaciones, la autoridad provincial destaca que existe un gran potencial para crear una ruta binacional, algo que ya experimentó hace unos cuatro años, cuando personalmente atravesó desde el glaciar O’Higgins hasta El Chaltén. No obstante, enfatiza que para que se lleve a cabo comercialmente, debe desarrollarse un plan que abarque temáticas de inmigración y legislación laboral en los respectivos países. 
 
En los 10 años de historia de Kalem Patagonia, Díaz ha liderado cinco travesías hasta esta localidad argentina. La expedición dura entre ocho y 10 días, e incluye descanso de tres días en el refugio, donde, entre otras opciones, hay posibilidad de aprender a construir un refugio en nieve, realizar escalada en hielo o ascender al cerro Gorra Blanca. Si bien aclara que en el tramo argentino un guía de aquel país puede finalizar la travesía, lo ideal sería adecuar la normativa para los chilenos. “Debería haber convenios. Así como los guías argentinos realizan los circuitos dentro de los Campos de Hielo Sur chilenos, que también nosotros podamos cruzar con nuestros clientes a las zonas de ellos”, dice.
 
Por lo menos comunicación entre Conaf y su contraparte argentina, Parques Nacionales, ya existe: a los excursionistas que deseen ingresar a Chile por el Paso Marconi y pernoctar en el refugio, se les solicita comunicar su visita anticipadamente vía correo electrónico al organismo chileno. De esta manera, mediante normas de uso básicas, se han evitado problemas de impacto ambiental que en el pasado ocurrían en la zona.
 
“No debe convertirse en algo muy masivo. Debe obligar al visitante a planificar con anticipación, asociándolo al hecho de estar ingresando a un parque nacional (…). La impresión debe orientarse a estar en un lugar con poca gente. Debemos mantener en el tiempo esa sensación de presenciar esta inmensidad natural, y ojalá que en 15 o 20 años más los que vayan puedan vivir la misma experiencia”, concluye Caviglia.

 
GALERIA DE IMAGENES: LOS SIETE SENDEROS

 
   
 

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