Por Paula Fernández
A principios de este mes, la comuna de Futaleufú dio el puntapié inicial a la temporada turística con un acto especial en la ciudad, pero la verdadera noticia del día fue la entrega oficial a los funcionarios del gobierno de una solicitud de "reserva de caudal" para el río Futaleufú, una designación de acuerdo con el Código de Aguas de Chile que significaría en la práctica que el gobierno desde la capital, Santiago, reservará el río para usos turísticos y de conservación, y para que la comunidad haga usufructo de manera sustentable de este.
En la localidad, para recibir la petición de la comunidad de Futaleufú estaba Rodrigo Sanhueza, director general de la Dirección de Aguas (DGA) de Chile. El alcalde de Futaleufú, Alejandro Avello, y una gran cantidad de funcionarios locales y regionales, así como representantes de diversas organizaciones ciudadanas de la zona, quienes fueron testigos de esta histórica solicitud oficial de la comunidad, que tiene por objetivo asegurar el flujo libre del río Futaleufú para actividades turísticas, recreativas y culturales, y poner una nueva barrera a cualquier posible amenaza - como una hidroeléctrica- futura en este río.
Al recibir la solicitud de la reserva de caudal por parte de los dirigentes de Futaleufú, Sanhueza comentó que valoraba el hecho de que la iniciativa surja de una alianza público-privada, y esté siendo impulsada principalmente por la comunidad local, lo que es un buen augurio para su eventual aprobación. Dijo que su visita ha sido "una experiencia que permite leer lo que se busca en el territorio, entendiendo las razones y motivos de aquello”.
“Vemos así que el río es parte de la historia de Futaleufú, de su identidad y es por esto que nos sentimos muy contentos de acompañar este camino en su protección. Esto no es solo importante para Futaleufú sino para todas las cuencas del país, tarea donde todas y todos estamos llamados a colaborar y vamos a poner todo nuestro talento y ganas para sacar adelante esta misión”, dijo Sanhueza.
El estudio entregado a la autoridad hídrica nacional, releva los usos, valores y amenazas de los mismos que se reconocen como actores claves de la gobernanza del río Futaleufú. Esta información, complementada por análisis de políticas públicas y una encuesta comunitaria de percepción de ríos, permitió evaluar las principales herramientas de protección de caudal disponibles a partir de las modificaciones al código de aguas. Sanhueza agregó que “este año la ley se modificó y permitió generar reservas de caudal con una visión ecosistémica, de abastecimiento de la población y en cantidad suficiente, considerando diversos usos antes no contemplados. Esto es relevante dadas las situaciones de sequía y escasez hídrica, que ya no son exclusivas de las regiones del norte del país, sino que vienen a quedarse en todo el territorio, donde las instituciones y ciudadanía están estrechamente ligadas en buscar soluciones conjuntas”.
Paulo Urrutia, coordinador de conservación de la Fundación Futaleufú Riverkeeper, cuenta a Patagon Journal que ha sido un proceso largo. “Desde que Endesa entrega los derechos de agua del río Futaleufú, el interés por avanzar su protección oficial siempre estuvo, pero con la reforma del 2005 y la 2022 recientemente aprobada, se abren nuevas oportunidades para avanzar en esa línea”.
Urrutia añade que se siente especialmente alentado por la acogida que las autoridades de aguas chilenas han dado a su solicitud. “La DGA ha sido clave en este proceso porque han estado dispuestos a escuchar los intereses de la comunidad”.
Urrutia y Futaleufú Riverkeeper dicen que ahora son optimistas en cuanto a que el río Futaleufú puede estar en camino a unirse a otros ríos de la región de Los Lagos, como el río Puelo, para hacer de esta región quizás el hogar de los ríos más protegidos del país.