Por Sebastián Silva Alcaíno
Investigadores de Argentina y Canadá han descubierto que un nido utilizado por cóndores andinos en el Parque Nacional Nahuel Huapi, cerca de Bariloche (Argentina), tiene al menos 2.200 años y contiene un tesoro de evidencias sobre la adaptación de la especie a los cambios medioambientales de los últimos dos milenios.
El estudio, publicado en la edición de mayo de 2023 de la Royal Society B, una revista de investigación biológica de la academia nacional de ciencias del Reino Unido, analizó y dataron un depósito de guano en roca sedimentaria de 25 centímetros de profundidad alrededor del nido del cóndor.
Las muestras de guano analizadas en el estudio proporcionaron datos históricos sobre la actividad volcánica de la zona y los cambios en la dieta de las aves debidos al impacto humano. Entre otros hallazgos, los científicos afirman que indicaban que las rapaces parecían haber abandonado el nido durante unos 1.000 años debido a la actividad volcánica de la zona, antes de volver al lugar en torno al año 1373. Tras regresar al lugar, su dieta pasó más tarde de la fauna nativa al ganado y ovejas, y a especies exóticas como el ciervo rojo, introducidas por los colonos europeos durante el siglo pasado.
El escrito plantea también la exposición a contaminantes a la que se han visto expuestos los cóndores, pues hallaron presencia de plomo y mercurio en sus heces. Estos metales pesados habrían estado en los cadáveres donde se alimentaron las rapaces.
“Este estudio muestra lo importante que pueden ser sitios particulares que son seleccionados por individuos de una especie y se mantienen utilizados a lo largo de muchas generaciones. Sin dudas han nacido muchos pichones de cóndores en ese nido; afortunadamente el sitio se encuentra dentro de un Parque Nacional”, señaló a medios argentinos Sergio Lambertucci, investigador del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue.