La contemplación meditativa

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Leyendo las noticias de las últimas semanas uno se encuentra, entre otras, con aquellas sobre el Desafío Aysén y titulares como “Coaching en el Fin del Mundo”, “Cabalgata por los Parajes de Aysén”, “Patagonia Chilena es uno de los 10 destinos top de Lonely Planet”, “Lodges de Pesca dan vuelco a excursiones outdoor mientras anticipan temporada invernal”, “Abren nueva ruta turística en medio de Bosques y Ríos de Aysén”. Como si fuese poco, también nos encontramos con que Juanafé homenajea a la Patagonia y “Patagonia” obtiene el segundo lugar en el Festival del Huaso de Olmué (y sus autores e interpretes premio de popularidad ¡Felicitaciones!). 
 
El otro lado de la medalla y que proviene de quienes evidentemente no ven o no quieren ver noticias como las ya citadas, son las acusaciones de que “la campaña Patagonia sin Represas hace mucho daño a la imagen de Aysén y de la Patagonia” y una entrevista y carta al Director del VIP Ejecutivo de HidroAysén en que, entre otras cosas, se mofa sobre “sentarse a contemplar” y el “deseo de contemplación”.
 
Fue el aquel entonces senador Adolfo Zaldívar a quien le gustaba referirse a la “contemplación meditativa” como algo inútil y poco productivo, aunque el inventor de ese término parece haber sido cierto cientista político conocido por sus servicios a la gran empresa. Y ahora último es Daniel Fernández quien ha vuelto a reflotar el tema, aunque éste se trasunta también en el discurso de algún político regional cuando argumenta que Aysén no puede seguir siendo una reserva de recursos. Eso, como si nadie viviera acá ni usase los recursos, ni jamás hubieran existido los incendios con los que la región perdió la mitad de sus bosques, ni alguna sobreexplotación de algún campo, ni el boom pesquero y flotas de buques factoría, ni mineras cerrándose, ni forestales quebradas, ni salmoneras con ISA. Bueno, el antecesor de Fernández y el tristemente célebre ex ministro Jorge Rodríguez Grossi también lo decían todo cuando  explicaban que las aguas de Aisén estaban sin uso. Como si lo único que podría considerarse “uso” fuera el que le puedan dar ellos con sus megaproyectos. Esta claro que para ellos acá “hay nadie y nada” y los ríos solo están para servirles a sus propósitos. De hecho, están dejando sin agua a todos los demás posibles usuarios de la cuenca del Baker.
 
Supongo que no se han percatado que al mofarse de la contemplación y meditación ofenden a filósofos y demás profesiones e intelectuales afines, así como a religiosos, pensadores y quienes tengan alguna aspiración o sensibilidad espiritual. Seguro se podrá calificar también de contemplación y meditación más de algún trabajo científico. Para que hablar del turismo, una de las principales sectores de la economía mundial. Y al arte y artistas.
 
Esta claro que quienes se mofan de la contemplación y meditación no están contentos con lo de “Homo Sapiens” y prefieren un Homo Productivus”. Creen en el dogma de la explotación de los recursos, incluyendo por cierto al “capital humano” o/y “mano de obra”, aunque por conveniencia lo callen o nieguen. Eso es parte del desarrollismo a ultranza para el que trabajan y por cierto bajo explotación se entiende algo destructivo  y para nada sustentable. Para ellos el planeta y lo que vive en el están para estrujarle dinero.
 
Esta claro que este tipo de gente no cree ni entiende para nada en la protección de la biodiversidad, en la necesidad de áreas silvestres protegidas y capaz que confundan belleza con pornografía y ética con algún trago exótico.
 
Lo más insólito de todo esto, es que cuando se mofan de la contemplación y meditación y justifican el desarrollo de explotación, suelen recurrir al argumento de que es imprescindible para el crecimiento económico (de ellos) y solucionar la pobreza; la misma que es consecuencia de ese modelo. Como si más de lo mismo fuese solución.
 
Como algunos solo entienden en términos financieros, cabe recordar que hay países enteros que viven gracias al turismo, valga España y Costa Rica como ejemplo, donde son la principal actividad económica y supongo a nadie se le ocurriría mofarse de la contemplación de la Alambra o de algún biodiverso parque tropical. Igual ocurre con la actividad artística; durante años Los Beatles fueron el principal ingreso de divisas de Gran Bretaña y Brigitte Bardot de Francia.  ¿Cuánto ingreso reportan las galerías de arte y museos donde la gente va a contemplar arte famoso y porque no decirlo también a meditar?
 
La verdad es que se necesita precisamente mas contemplación y meditación, más “sapiens”, en vez de continuar con la destrucción inmisericordiosa de los remanentes salvables de vida, belleza y salvaje libertad del planeta. 
 
 
Foto por Jack Miller para Patagon Journal
 

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