Parques privados en aumento

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La sociedad civil lleva la delantera en la conservación de la biodiversidad en Chile y Argentina, y los gobiernos lo deben seguir.
 
Por Jimmy Langman
Traducción por Marisol Alvarez
 
Nota del Editor: El siguiente es el artículo de portada de la Edición 5.
 
 
 
Después de convencer a la revista National Geographic para publicar un artículo sobre los alerces que están en peligro en Chile, Rick Klein le escribió una carta al legendario fotógrafo Galen Rowell proponiéndole ser el fotógrafo para esta tarea. Rowell accedió y le dijo a Klein que estaba por volar a la Patagonia de todos modos, vía dos aviones Cessna T206 de California, para ir a escalar con su amigo Doug Tompkins.
 
Era diciembre de 1990. El mismo Klein había estado en contacto con Tompkins el año anterior cuando Klein, el fundador de Ancient Forests International, una organización con base en California, había convencido a varios conservacionistas, incluyendo a Tompkins, Yvon Chouinard (dueño de la compañía de vestuario Patagonia) y Alan Weeden, para respaldar su iniciativa para crear el primer parque privado en Chile, El Santuario Cañi.La compra aseguró un bosque de 500 hectáreas con la distinguida presencia de la araucaria, justo a la salida de la ciudad-resort Pucón.
 
Entonces Tompkins se reunió con Rowell en una excursión para explorar y documentar los alerces durante 3 días en el Parque Nacional Alerce Andino. Habiendo vendido su importante participación en la empresa internacional de vestuario femenino Esprit, Tompkins estaba ansioso de usar su fortuna para esfuerzos conservacionistas. Había sido ecologista por mucho tiempo y Chile era un país que él se había encariñado desde su primera visita en 1961 cuando tenía 18 años y vino a entrenar para prepararse para las pruebas del equipo de EE.UU. de esquí olímpico. Tompkins estaba especialmente fascinado por el campo que había visto sobrevolando la provincia de Palena en la región de Los Lagos en Chile. Mientras tanto, Klein le mencionó durante la excursión acerca de los planes que venía incubando junto con en el grupo ambientalista chileno Codeff para crear un “parque mundial” en el norte de la Patagonia, y le habló de la belleza del fiordo de Cahuelmo, un sitio sagrado para los indígenas Huilliches, con aguas termales en conjunto a la vida silvestre.
 
Después del trekking Klein le presentó a Tompkins a Vicente Pinto, un amigo chileno, cuya familia estaba a cargo del cuidado del campo en el fiordo de Reñihue en Palena. Luego de tomar un vuelo por una noche para observar en terreno y de vuelta en Puerto Montt, Tompkins envió una oferta vía fax para las 17,000 hectáreas del campo a su dueño en el Lago Como en Italia. Fue vendido. En los siguientes días, después de sobre volar Cahuelmo y otros prístinos campos, cercana a su recién adquirida propiedad, Tompkins llamó a Klein el día de año nuevo en 1991 para darle una noticia aún más importante: él había recién pagado US 7 millones para adquirir 223.000 hectáreas adyacentes al terreno en Reñihue, incluyendo a Cahuelmo. Klein estaba extasiado. “Yo estaba bailando en los techos. Esto es exactamente lo que necesitaba este ecosistema de la bio-región de alerce“, dijo Klein. “Pensé que nuestro sueño para tener un parque privado-público sería una realidad”.
 
Era el comienzo de otras compras para Tompkins en los siguientes años. Pero él tenía su propia visión: crear un modelo de parque privado que marcará un standard global de cómo conservar los ecosistemas. Así nació Pumalín, el parque privado más grande del mundo.
 
Un boom e
n la conservación
Tompkins y Pumalín, aunque muy criticado por algunos políticos chilenos, estuvieron al frente de un movimiento mayor para la conservación de la tierra, ahora en progreso en la Patagonia y el Cono Sur. En las dos décadas desde que Tompkins comenzó sus adquisiciones para la conservación, otros casos notables y numerosos, grandes o pequeños parques privados han sido creados, especialmente en Chile.
 
 
Parque Karukinka, Tierra del Fuego, Chile; credito: Wildlife Conservation SocietyParque Karukinka, Tierra del Fuego, Chile; credito: Wildlife Conservation Society
 
 
La lista de las mayores iniciativas en la región incluye a la del presidente Sebastián Piñera, quien en 2004 compró 118,000 hectáreas de propiedad en la Isla de Chiloé, conocido como el Parque Tantauco, y que dos años más tarde lo abrió al público para ser visitado (revisa Trekking: Un fin de semana de Piñera, pag. 58). En una entrevista que tuve con el Presidente hace 3 años para la revista Newsweek, Piñera se refirió al parque como “un pedacito de cielo” y ha dicho que será su primera parada una vez que finalice su gobierno en marzo. Manejado por su Fundación Futuro y cercanamente aconsejado por Tompkins y el personal de la Fundación Pumalin, tiene como objetivo principal “conservar y proteger los ecosistemas y especies que se encuentran en estado vulnerable y en peligro de extinción”. El parque también está en un proceso de reforestación con especies nativas en grandes franjas que fueron devastadas por un incendio forestal en la década de los cuarenta.
 
En la región de Los Ríos en Chile, el empresario chileno Victor Petermann, en los setentas adquirió 120,000 hectáreas originalmente como una inversión forestal que hoy forma el terreno de preservación de la naturaleza Huilo Huilo. A mediados de los ochenta, Petermann y sus socios convirtieron sus holdings en un proyecto masivo de ecoturismo, en el proceso, a su vez, transformaron no solo el territorio en un parque, sino también fue el proceso de conversión de 5 mil personas de las localidades de Neltume y Puerto Fuy en sus puestos de trabajo que dependían de la madera a emplearse en empresas relacionadas con el turismo.
 
Ubicado en medio de un bosque templado, el proyecto hábilmente combina un desarrollo de turismo exitoso con iniciativas de conservación dirigidas por la Fundación Huilo Huilo y la ex- esposa de Petermann, Ivonne Reifschneider. En el 2005, trasladaron vía helicóptero y avión a dos huemules desde Aysén al parque con el fin de restaurar, eventualmente, esta especie de ciervo en peligro de extinción en los ecosistemas de la reserva donde fueron completamente extinguidos hace largo tiempo. Hoy se estiman unos 12 huemules. El Huilo Huilo está de similar manera re-introduciendo guanacos y monitoreando las ranitas de Darwin y poblaciones de pumas.
 
Más al sur, el anterior secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Paulson, ayudó crear las 283,000 hectáreas del Parque Karukinka en el lado chileno de Tierra del Fuego, mientras era presidente del banco de inversiones Goldman Sachs en Nueva York. El banco adquirió el terreno cuando la empresa forestal Trillium, con base en Estados Unidos, no cumplió con el pago de algunas deudas. Con la ayuda de la ONG Wildlife Conservation Society, el parque se abrió formalmente el 2004. Es una verdadera historia de éxito ambientalista, donde los frágiles bosques templados de este ecosistema escaparon de los planes de explotación forestal y ahora se protegen a la población de guanacos más grande de Chile y abundante en vida marina salvaje, además de diversas especies de flora y fauna. Es también un efectivo polo para la investigación ambiental en la región, que con frecuencia colabora con el gobierno.