Un oasis de conservación: senderismo en el Parque Tagua Tagua

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 Foto: Caterinna del Rio GiovanniniFoto: Caterinna del Rio Giovannini
 
 
Por Caterinna del Río Giovannini
 
Si te dijera que existe en Chile un parque con una entrada oculta, tan difícil de encontrar que sólo quien la conozca te puede llevar a ella, y que incluso estando a un par de metros no serías capaz de distinguirla. ¿Me creerías?
 
Para dar con la entrada al Parque Tagua Tagua en la Región de Los Lagos, primero debes tomar un ferry que atraviesa el lago del mismo nombre, este te llevará en dirección sur hacia la cordillera de los Andes. Luego tomarás una lancha a orillas del Río Puelo que te dejará cerca de El Salto, una cascada de 40 metros, y a los pies de grandes rocas donde pareciera no haber nada más que una cuerda para ayudarte a escalar y adentrarte en el bosque.
 
Ese es el recorrido que cada visitante debe realizar antes de entrar al parque, ya que es la única forma de llegar. El Parque Tagua Tagua, un área de conservación privada inaugurada oficialmente el año 2013, cuenta con 3.000 hectáreas de bosque milenario y fue concesionado a la Universidad Mayor para la conservación y estudio de especies como el alerce, el coihue y líquenes que sirven de refugio para pudúes, pumas, monitos del monte entre otras especies cada vez más amenazadas por el desarrollo en el sur de Chile.
 
 
Foto: Claudio FuicaFoto: Claudio Fuica
 
 
Sus políticas de turismo sustentable son notables y un verdadero modelo para otros parques. Una vez registrada tu entrada, el guardabosques te pedirá que enjuagues la suela de tus zapatos para evitar la propagación del alga Didymo, una especie invasora que si no se controla puede convertirse en una plaga que cubre el fondo de los ríos, lagos y arroyos, dañando la calidad del agua y alterando la cadena trófica. Su finalidad es hacer todo lo posible para minimizar el impacto de los visitantes en el ecosistema, instruyendolos por ejemplo a llevar su basura y reciclar el aceite de cocina. 
 
Además, teniendo en cuenta el aforo del lugar, que considera, entre otros factores, cuántos visitantes pueden caminar por este frágil ecosistema y utilizar la infraestructura existente en el parque, sólo se permite la entrada de 42 personas por día, que actualmente se ha reducido a 25 debido a la pandemia de covid-19.
 
Estos pocos afortunados pueden apreciar la fascinante naturaleza que abunda aquí, como un martín pescador engullendo tranquilamente su captura y las numerosas cascadas, que sumadas al fuerte sonido de un río que desciende por el costado del sendero principal son un recordatorio constante de lo afortunada que es esta región de Chile.
 
 
Foto: Caterinna del Rio GiovanniniFoto: Caterinna del Rio Giovannini     
 
 
 Foto: Caterinna del Río GiovanniniFoto: Caterinna del Río Giovannini
 
 
Ocasionalmente, encontrarás pequeñas pasarelas de madera que facilitarán tu trayecto, seguidas por claros donde la densa vegetación se disipa dejándote rodeado por cumbres de granito y glaciares colgantes que parecieran estar a sólo unos metros de distancia.
  
Yo visité el parque por el día, y seguí el sendero principal por 6,5 km, lo equivalente a unas 4 horas de caminata, ahí llegue al premio mayor, una hipnotizante laguna de alerces muertos. La vista desde la rústica terraza del Refugio Alerces muestra una laguna única creada por un derrumbe de hace aproximadamente 200 años, donde los vestigios de lo que alguna vez fue un bosque de alerces permanece. Estos son árboles nativos que pueden llegar a vivir 3.500 años, y que aquí permanecen inundados pero erguidos como largos postes petrificados gracias a su madera que no se pudre. Ahora sin ramas ni hojas pero imponentes en su entorno. Realmente un espectáculo que vale la pena ver.
 
 
Foto: Benjamin Goluboff Foto: Benjamin Goluboff
   
 
La estadía en el Refugio los Alerces se puede agendar a través de la página web del parque. Este es un alojamiento básico equipado con colchonetas, baños, duchas, una estufa de leña y un comedor, por lo que hay que llevar un saco de dormir y tu propia comida. Unos 4 kilómetros más adelante se encuentra también el Refugio Quetrus, situado junto a una laguna andina del mismo nombre, que tiene un tipo de vista diferente pero no menos espectacular. Debido a la alta demanda de reservas para pernoctar en los refugios, este año el parque está abriendo un pequeño camping en su entrada con capacidad máxima de 15 personas. 
 
El tiempo recomendado para conocer el Parque Tagua Tagua tranquilamente y en su totalidad es de tres días, aunque también es posible hacer una visita por el día, como lo hice yo, y regresar a tiempo para tomar el bote de vuelta. 
 
Cómo llegar: La entrada al parque se encuentra a unas 3 horas de Puerto Montt o Puerto Varas, para hacer sus reservas, y para más información, visite www.parquetaguatagua.cl