Travesía de Cerrillos

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Por Erwin Martínez
Fotos por Pablo Lloncón

Nota del Editor: Lo siguiente es de la Edición 24.

“No podemos cuidar lo que no amamos y no podemos amar lo que desconocemos”. Bajo este lema nos animamos a realizar un trekking que por años había estado en carpeta: la travesía de Cerrillos.
 
Esta ruta que parte en el lado sur de la Reserva Nacional Mocho Choshuenco y llega hasta la localidad de Cerrillos, ubicada a 18 kilómetros de Futrono, resulta ser tremendamente atractiva no solo por sus hermosos paisajes sino además porque está cargada de historia, la que va desde ser un antiguo paso de extracción de leña para los habitantes del sector hasta la que posiblemente fue parte de la ruta clandestina por donde el Premio Nobel de Literatura chileno, Pablo Neruda, escapó a Argentina durante el gobierno de Gabriel González Videla.  
 
Previo a iniciar la jornada del día uno junto con Carlos Sotomayor, Pablo Lloncon, Gonzalo Barros y Guido Calfueque, alojamos en el refugio de la Reserva Nacional Mocho Choshuenco, lugar administrado actualmente por mis amigos Erik Del Valle y Emilio Beltrán. Se trata de un lugar confortable que escapa un poco de la escasa infraestructura que aun existe en nuestro país respecto a circuitos de trekking de largo aliento.  
 
Comemos muy temprano y nos dirigimos hacia el sector Tumba del Buey, trayecto donde, siempre que lo hacemos, nuestro diálogo nos lleva a soñar respecto de los grandes alcances y beneficios que se podrían llegar a lograr con una implementación de acciones sustentables concretas que impulsen y potencien el turismo responsable y la conservación local. 
 
 
 
 
 
 
 
Al llegar al sector Tumba del Buey (a 1.400 metros de altura) y observar en plenitud el cordón montañoso, la reflexión continúa al imaginar lo necesario que se hace el poder establecer circuitos de trekking de largo aliento con infraestructura apropiada para acompañar un paisaje que resulta espectacular y sobrecogedor.
 
Durante ese día, y gracias a que Pablo, Gonzalo y Guido llevaron sus drones, pudimos apreciar un panorama desde lo alto de los majestuosos valles y paredes colindantes a este trayecto, pero también quedó en evidencia huellas de vehículos, especialmente motos, lo que dejaba en claro que cada vez existe acceso sin mayor control a lugar.
 
Por eso la construcción a futuro de un posible camino por este paso, con el fin de unir la comuna de Futrono con la Reserva Mocho-Choscuenco, evidentemente traería enormes beneficios a las comunidades, pero también las dudas respecto de la capacidad de control para evitar daños a zonas claves para el desarrollo turístico de la zona.
 
 
 
 
Al final de este primer día, llegamos a la cascada del nacimiento del río Caunahue la que producto de la fecha se encontraba con un caudal bastante bajo, pero no por eso menos sorprendente. Avanzando unos metros más, logramos llegar a un campamento que, asumimos, correspondía a un antiguo punto de acopio o extracción de madera.
 
Así, después de ocho largas horas de caminata a través de una naturaleza exuberante, montamos campamento y disfrutamos de una rica cena acompañada de una grata conversación donde el eje central fue el recorrido realizado ese día por este trekking tan sorprendente. 
 
 
Un ingeniero forestal con un magíster en gestión ambiental, Erwin Martinez es fundador del proyecto de Alerce Outdoor en Valdivia.
 
 
 

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