Turismo en la Patagonia: ¿Hacia dónde vamos?

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Por Juan Marambio
Marambio es director de sostenibilidad de Explora Hotels y director ejecutivo de Travolution.org.
 
Nota del Editor: La siguiente es de la Edición 25.
 
En los últimos 20 años, la Patagonia se ha hecho famosa a nivel mundial. Su naturaleza alucinante, la cultura gaucha y sus pueblos originarios han motivado crecientemente a viajeros de todo el mundo a visitar este lugar muchas veces considerado como el “último rincón del planeta”.
 
Este posicionamiento ha ido de la mano con un crecimiento sostenido y creciente de la oferta turística, tanto en lugares icónicos (como Torres del Paine) como en otros sectores incipientes (como la Región de Aysén y Tierra del Fuego). El aumento de los visitantes también ha ido aparejado de un creciente aumento de los habitantes del territorio -más aún en temporadas altas- y con ello la presión que ejercen las actividades humanas sobre los ecosistemas.
 
En paralelo, en los últimos años han aparecido con fuerza los impactos del cambio climático en la zona: disminución de precipitaciones, derretimiento de hielos y retroceso de glaciares, y quizás uno de los más temibles, los grandes incendios forestales. Imposible olvidar los últimos dos grandes incendios en el Parque Nacional Torres del Paine, ambos provocados por acciones irresponsables de turistas en el territorio, afectando un número significativo de hectáreas y generando impactos ecológicos -en flora y fauna- que tardarán cientos de años en recuperarse.
 
En este contexto, la pandemia del COVID-19, que implicó una forzada pausa al turismo de más de un año y medio, ha sido un respiro para los ecosistemas y una oportunidad de reflexión para el sector turístico. Si bien las empresas turísticas se encuentran en una crisis financiera sin precedentes, producto de esta gran pausa en la provisión de sus servicios, muchas han aprovechado para analizar de qué forma pueden generar una oferta más sustentable y alineada con las necesidades sociales y ambientales de este gran territorio.
 
En Explora, este año hemos cambiado nuestra marca, una apuesta a través de la cual incorporamos el cuidado y la protección de la naturaleza a nuestro propósito como compañía: Exploramos como un camino a la conservación. Este cambio responde al darnos cuenta de que el turismo tiene impactos importantes en los territorios, y que no podemos desentendernos de ellos. Al contrario, tenemos que ser parte de la solución y del cuidado de los territorios, tanto en su dimensión ambiental, como en los aspectos sociales y económicos. Así, estamos generando alianzas con importantes organizaciones de conservación para generar reservas privadas de conservación, y también nos hemos adjudicado la concesión turística de Parque Nacional Patagonia, convencidos de que podemos aportar tanto a la conservación de este parque, como a un modelo de alianzas virtuosas público-privadas para la conservación.
 
Pero nadie se salva solo, ni con el cambio climático, ni con los impactos negativos del turismo en un territorio. Por tanto, las acciones coordinadas y la colaboración son clave si queremos que el turismo en la Patagonia pueda llevarse a cabo de manera sustentable. En este sentido, la “Declaración de Glasgow” para la acción climática en turismo es un ejemplo de una iniciativa global, que busca fomentar el trabajo conjunto entre empresas turísticas para combatir el calentamiento global y sus efectos. Es sumamente relevante que todos los actores del turismo de la Patagonia puedan sumarse a esta causa.
 
De igual forma, el trabajo que realicen las organizaciones gremiales y asociaciones turísticas, en conjunto con organizaciones públicas y la comunidad científica, son clave para poder cuidar esta Patagonia que tanto nos ha dado. El futuro del turismo en la Patagonia depende directamente de que seamos capaces de asociarnos para: investigar, conocer y difundir conocimiento respecto de los ecosistemas, sus interrelaciones y la forma de protegerlos; generar planes colaborativos de desarrollo que pongan en el centro la protección del patrimonio que da vida al sector turístico y a las economías locales; emprender acciones potentes, urgentes y decididas en la dirección del cuidado de la naturaleza y del patrimonio cultural, así como en la de hacer una promoción responsable que invite a los viajeros a sumarse a los esfuerzos de cuidado de la Patagonia, de manera que no solo ellos, sino los futuros viajeros y habitantes de este gran territorio puedan disfrutar de aquellos que vivieron nuestros antepasados y que hoy nosotros también disfrutamos al recorrer la Patagonia.