Ecoceanos, 8 de abril 2021 - La industria salmonera vuelve a sorprendernos con sus habituales desastres sanitarios y ambientales. Las imágenes de los fiordos y canales interiores de las regiones de Los Lagos y Aysén, muestran su superficie anóxica, cubierta por una espesa marea café, producto de diversas floraciones (bloom) de micro-algas nocivas (FAN). El explosivo crecimiento de estas microalgas, consume rápidamente el oxígeno disuelto en la columna de agua, generando procesos de anoxia, problemas en las branquias de los millones de peces que abarrotan las balsas-jaulas, y su posterior muerte por asfixia.
En 2021, este es el primer desastre ambiental de gran magnitud en la principal zona de cultivo intensivo de la industria exportadora de salmónidos. Los eventos están ocurriendo en el fiordo Comau, Chiloé continental, región de Los Lagos; y los canales Jacaf y Puyuhuapi, región de Aysén.
Según el informe del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), las mortalidades masivas de peces estarían ocurriendo en 9 centros salmoneros siendo responsable el bloom de Heterosigma akashiwo, gatillado por los niveles de contaminación orgánica y cambios climáticos.
En el fiordo Comau, sólo la empresa Salmones Camanchaca S.A. reportó un mortalidad de 1,3 millones de salmones en sus jaulas salmoneras de Leptepu, Porcelana y Loncochalgua. Esto equivale a una biomasa de 2,2 millones de kilos de peces, los cuales varían entre ejemplares de 450 gramos y de 2,5 kg., según el centro afectado. Esta mortalidad correspondería al 11% de la biomasa total de peces que posee Camanchaca.
En la contigua región de Aysén, 12 centros de cultivos de salmón han activado sus planes de contingencia por presentar mortalidades masivas, siete de ellos están ubicados en los canales Puyuhuapi y Jacaf. La principal causa de mortalidad de peces en dichas agrupaciones está asociada con las microalgas nocivas Leptocylindrus danicus y Leptocylindrus minimus.
A la fecha, se han retirado sobre 2 millones de kg. de peces muertos por afixia en ambas regiones, los cuales se destinan mediante well-boats a las plantas industriales para su transformación en harina y aceite de pescado para alimentación animal industrial de aves, ganado bovino, porcino, peces y animales de compañía (pets).
Los fiordos Comau y Reñihue son los únicos lugares en el planeta donde se encuentran los endémicos corales Desmophyllum dianthus en abundancia y a nivel superficial, debido a que usualmente habitan en aguas profundas.
En esta zona única de fiordos a nivel mundial, existe una alta concentración de 17 centros de cultivo industrial de salmones, los que operan a plena capacidad, con una biomasa de 24.000 toneladas (24 millones de kg.) de salmones en el agua.
Reflejando el compromiso con los intereses económicos de las empresas exportadoras de salmón, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura en una controversial decisión permitió una siembra declarada de 14 millones de salmones para el periodo 2020 – 2022.
La ejecutiva de una parte de las compañias salmoneras, afirmó que se «están monitoreando constantemente la situación y tomando todas las medidas establecidas para evitar mortalidad de peces en permanente coordinación con Sernapesca y otras Autoridades pertinentes”.
El Dr. Antezana denunció que “la capacidad de predicción en Chile de eventos intensos es cercana a cero. A pesar de la realización de cruceros de 5 días ocasionales, proyectos o programas de investigación científica, monitoreos, y visitas ocasionales de científicos de instituciones foráneas, o alejadas del Mar Interior”.
El presidente de ADAC sugiere prudencia en las explicaciones de las causas de estos eventos que ocurren en ecosistemas de alta complejidad (e.g. procesos multifactoriales y multiescalares). “Mas que respuestas espontáneas, sugiero preguntas y planteamientos audaces de hipótesis de trabajo, diseño experimental, implementación logística, expertos, instrumental, y de financiamiento para emergencias y el largo plazo”.
El Consejo del Salmón «intenta relativizar esta desastrosa situación en los frágiles ecosistemas de fiordos australes, culpando de los actuales bloom de micro-algas tóxicas y nocivas ‘al cambio climático, la sequía, La Niña y El Niño’, con lo cual las compañías intentano ocultar la presencia de contaminantes orgánicos como fósforo, nitrógeno, amonio y urea, proveniente de las miles de toneladas de fecas de salmón, y de alimento no consumido, que son emitidos desde los cientos de balsas-jaulas hacia la columna de agua y fondos marinos de los sistemas cerrados y con lenta recirculación de agua de los fiordos”.
Para Ecocéanos, “esto genera las condiciones ambientales que son gatilladas por factores climáticos, posibilitando las periodicas floraciones micro-algales”.
La organización ciudadana solicitó al mundo académico a “evaluar los impactos de estos blooms sobre los ecosistemas y la biodiversidad marina regional, especialmente de corales, peces silvestres, moluscos y crustáceos, de los cuales dependen las comunidades costeras, e invitó a los consumidores nacionales e internacionales, y al movimiento social y ciudadano a presionar al gobierno y la industria, para detener la destructiva expansión geográfica y productiva de la mega industria salmonera, utilizando la herramienta del boykot a la compra y consumo de salmón químico industrial proveniente del sur de Chile”.